En las nacientes de la Cordillera Principal, el clima está dominado por la acción del anticiclón del Pacífico, resultando en precipitaciones nivopluviales en invierno (nieve debido a la alta altitud y bajas temperaturas, que se acumula hasta la primavera cuando funde, dando lugar a innumerables arroyos. Esos arroyos forman cursos fluviales. Pero dichos ríos disminuyen su aporte de agua por los afluentes, por la aridez en aumento de los ambientes de su trayectoria, y su caudal disminuye también por la elevada evaporación y la infiltración.
El caudal del tunuyán lo determinan la fusión de nieve invernal en las partes altas, y en algunos años por el deshielo de glaciares. Así el máximo caudal es en verano, con datos quintuplicados a los de invierno, cuando el cauce está casi secos.
Aunque sin grandes caudales, tienen fuerza erosiva por el montañismo, dando el fenómeno de "antecedencia", que se expresa por las angostas y profundas gargantas (Cacheuta, Cañón del Atuel) y de terrazas fluviales, como en Álvarez Condarco.
Así encajonado el río y, con pendientes intensas provee potencial para construir diques para energía hidroeléctrica, modular caudales para riego y formar lagos turísticos.
En cuanto al aprovechamiento que el hombre ha realizado y realiza de estos cursos en la zona de planicie, es necesario comenzar nombrando la red de canales construida ya en tiempos precolombinos, que permitió transportar el agua hacia los lugares de consumo, tanto humano como agrícola y más tarde también industrial.
Dicha red, que con el paso del tiempo fue creciendo y se fue haciendo cada vez más compleja con la construcción de grandes represas, diques derivadores, revestimiento de canales, piletas potabilizadoras, etc. ha permitido el asentamiento de grandes concentraciones humanas muy dinámicas en un medio que naturalmente no lo hubiese permitido, debido al déficit hídrico permanente.
Desde la ladera sur del cerro Tupungato hasta el Graben de Tunuyán, el río es alimentado por la fusión de nieves y de glaciares, y prácticamente no está aprovechado en ese sector. Una vez que entra al Valle de Uco, se amplía y aparecen diques derivadores como por ejemplo el Aguanda, Yaucha, Las Tunas, que distribuyen el agua por 2.250 km de canales de riego, de los cuales solo el 8 % está impermeabilizado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario